Los
días 6 y 7 de diciembre de 2012 ofrecí la oportunidad de descargar
gratis mi novela Kindle con el objetivo de conocer la opinión de
los lectores sobre la calidad y el precio de la misma. Es muy pronto
para recibir las respuestas, pero es el momento idóneo para hacer un
primer balance de la campaña.
El
día 2 de diciembre me inscribí en el programa KDP Select. Hoy, ocho
días después, ningún cliente de Amazon Prime ha accedido todavía
a la novela. Es
algo normal si tenemos en cuenta que que soy un autor desconocido,
que escribo en castellano y que la obra lleva poco más de una semana
disponible en la Kindle Owners’ Lending Library (para
estadounidenses propietarios de un e-reader Kindle).
Por
ahora sólo puedo hacer un primer
balance de la campaña
Día de la Constitución. En cuanto a las descargas gratuitas, se
hicieron 45 desde Amazon.es, 6 desde Amazon.com y 1 desde
Amazon.co.uk. En total, 52 personas se han bajado la novela gratis,
algo que considero muy positivo teniendo en cuenta que empecé a
publicitarlo con tan sólo tres días de antelación.
A
continuación voy a hablaros un poco de la estrategia que seguí, con
sus pros y sus contras. Se trata de un primer análisis, pero
fundamental de cara a elaborar un tutorial en el futuro. Bien. Los
pilares de la campaña fueron tres: blogs, redes sociales y correo
electrónico.
1)
Difusión directa en blogs.
En 2009 creé varios blogs de temática variada, si bien hace ya más
de un año que los tengo un poco abandonados. Llevo meses pensando en
retomar uno de ellos, probablemente en el que puse más cariño. Como
la novela fue uno de los motivos por los que dejé de publicar en
dicho sitio, me pareció buena idea aprovechar la ocasión para
informar a los lectores. No en vano, aunque llevo casi dos años sin
publicar allí, recibo casi 200 visitas mensuales.
Además
de esto, fui dejando comentarios en algunos blogs de autores que han
publicado sus obras en Amazon. Es algo que veía con otros ojos con
el estrés del momento, pero que al final me ha dejado un regusto
amargo por dos motivos: la escasa trayectoria de Simon Yepes y la
falta de planificación de la campaña.
Hace
apenas dos semanas que publiqué la novela, de manera que he
participado poco en otros blogs ofreciendo ayuda a los nuevos
usuarios o escribiendo comentarios de agradecimiento a l@s bloguer@s
a través de cuyas entradas, durante los últimos meses, he aprendido
cómo publicar o publicitar La Séptima Fase. Identidad.
Si
me hubiera hecho un hueco en esos sitios, podría haber vuelto para
ofrecer la descarga gratuita de mi novela con mayor coherencia e
ilusión. En cambio, me he quedado con la sensación de haberme
colado por la puerta trasera.
Además
de eso, como el tiempo apremiaba, a veces enfoqué mi comentario a
publicitar la descarga gratuita de una forma muy directa. Esto no es
malo en todos los casos, pero en algunos sí que actúe con demasiada
torpeza. Al menos eso pienso.
2)
Participación en las redes sociales
La
decisión de emprender la campaña no fue premeditada. Quise
aprovechar la festividad del Día de la Constitución porque está lo
suficientemente cerca y lo suficientemente lejos de la Navidad, con
la esperanza de que la publicidad tuviera algo de efecto de cara a
esas fechas.
Un
mes es un margen demasiado estrecho como para que una novela se haga
popular, sobre todo si al autor no lo conoce ni el tato. Sin embargo,
no podía cruzarme de brazos y ver pasar diciembre sin pena ni
gloria. Tenía que hacer algo.
El
problema es que mi presencia en las redes sociales es todavía
anecdótica. En twitter, Simon Yepes1 apenas contaba con 10
seguidores (sólo hace un par de semanas que creé la cuenta). En
Google+, apenas he hecho más que darme de alta. En facebook, La
Séptima Fase aún no tiene página, de manera que decidí utilizar
mi cuenta personal para compartir la noticia con mis amigos. No en
vano, la ofrecía gratis.
Aprovecho
para dar las gracias a todas las personas que han contribuido a
difundir la promoción, al tiempo que reconocer mi sorpresa por el
retweet de Generación
Kindle.
He
procurado no ser un pesado. En facebook sólo escribí un comentario
anunciando la descarga gratuita. En twitter sólo envié tres tweets:
para anunciar mi inscripción en KDP Select, cuando decidí ofrecerla
en descarga gratuita, y para anunciar que ya había empezado la
oferta.
¿Por
qué tan pocos? Bueno. Es cierto que llegué a twitter con la
intención de promocionar La Séptima Fase. Sin embargo, detrás del
seudónimo Simon Yepes hay alguien que quiere aportar mucho más que
una novela de ciencia ficción. Como resultado, al cabo de un par de
días aquel objetivo inicial se había convertido en una especie de
estorbo (debía suministrarlo con cuentagotas), y lo que comenzó
siendo un seudónimo literario también se convirtió en un alias
para internet.
3)
Envío de correo electrónico a mis contactos
Fue
una decisión de última hora. No pensaba molestar a familiares y
amig@s con mis cosas, pero sin duda alguna tenía que compartir con
ell@s la oferta de descarga gratuita.
Lo
normal en estos casos (que manda lieslos), sería haberles enviado un
e-mail y ponerl@s en el compromiso de comprar la novela. Sin embargo,
es probable que la mayoría prefiera el libro de papel, y que no
tenga ni lector de libros electrónicos ni una cuenta en Amazon.es.
Pretender
que un allegado dedique tiempo a crearse una cuenta en Amazon.es, que
compre y lea la novela en un formato que quizás no le atrae nada, es
mucho pedir.
Cuando
decidí enviar el mensaje hubo algo que me dio que pensar: ¿a quién
si? ¿a quién no? Porque claro, en la lista de contactos no sólo
hay familiares y amig@s íntim@s. También hay personas con las que
quizás sólo has coincidido unos días o unas semanas en tu vida,
pero con quienes tuviste la suficiente afinidad como para que
entiendan que no quieres abusar de su confianza, sino hacerlas
partícipe de tu proyecto.
Decidir
quiénes eran esas personas no fue tan problemático como esto otro:
al repasar la lista de contactos me di cuenta de que había algunas
ausencias, así como direcciones que ya no eran válidas. Es el
problema de no tener actualizada tu lista de contactos (Espero que me
perdones si te pasé por alto. Puede que incluso tenga tu dirección
pero me mareé y no marqué tu casilla).
Por
su parte, en cuanto a los contactos puramente laborales, ninguno. Por
muy buena que sea o fuera la experiencia, pienso que si no hay cierta
confianza o afinidad, no se debe dar el paso (perdona si me tomé la
libertad).
Y
hasta aquí el primer balance de la experiencia. Gracias
a tod@s l@s que habéis participado. Espero que disfrutéis de la
novela.
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